Por eso creé BabySensor

Una historia honesta sobre la vulnerabilidad, la inquietud y la necesidad de seguridad.
Era medianoche. Mi bebé lloraba. Lo había revisado todo: fiebre, pañal, eructos.
Nada ayudó. Eran las 2:00 a. m. y estaba tan agotada que de repente pensé que...
“Me asustó más que cualquier otra cosa”.

Cuando nadie viene

Cuando tuve mi primer hijo, vivía en un país extranjero. Acababa de salir de...
de una relación que no era segura. Mi bebé tenía cuatro meses. No tenía
"pueblo", como muchos lo llaman. Ninguna hermana en el barrio, ninguna suegra en quien confiar.
También, no vinieron amigos con guiso y pan fresco.
Estaba sola. Y cansada. Y mi bebé lloraba. Hora tras hora.
Finalmente, sentí que mi cuerpo decía basta. Estaba vacío. Desesperado. Y de repente llegó: un
Pensé que nunca podría haberlo hecho. Quería tirar al bebé por la ventana.
Suena terrible decirlo en voz alta. Pero lo digo de todos modos. Porque es cierto y es importante.
No lo hice. No lo toqué con fuerza. Amaba a ese niño más que a nada.
Y todavía lo amo; ya es un adulto. ¿Pero ese pensamiento? Nunca lo olvidaré. El
Me enseñó algo fundamental: la vulnerabilidad puede afectar a cualquiera. Incluso a quienes aman.
mayoría.

No solo yo

En retrospectiva, he pensado en todos aquellos que no han recibido tanto apoyo como yo. En aquellos que están luchando.
de antes. ¿Quién tiene ansiedad, trauma, depresión o bajo control de impulsos? ¿Quién ha crecido con...?
poca seguridad – y que ahora está solo con la responsabilidad de una personita.
Cuando hablamos de crianza, a menudo olvidamos una cosa: la seguridad no se trata solo de...
El niño. Se trata también del padre.

Muchos años después…

Tuve un hijo, con un hombre bueno y confiable. El bebé era fuerte y sano, pero este...
El otro día estaba inquieto. Se despertó para comprobar que todo estaba bien. Bajó las escaleras, crujiendo en
la puerta, despertó al bebé con sus preocupaciones.
Probamos ayudas técnicas. Monitores para bebés. Cámara. Un sensor avanzado.
Pero la cámara solo mostraba la imagen, no el estado del bebé. Se instaló el sensor avanzado.
El calcetín. El bebé lo pateó. Falsa alarma. Aullidos. Frustración.
Pensamos: ¿Es realmente tan difícil conseguir ayuda para calmarse como padre?

Por eso creamos BabySensor

Hemos creado BabySensor para todos aquellos que sienten esa inquietud.
Para aquellos de ustedes que se despiertan antes de que el bebé llore, solo para comprobarlo.
Para aquellos que están cansados ​​de adivinar.
Para aquellos de ustedes que han sentido ansiedad, inquietud y “qué pasaría si…”
Algunos padres tienen hijos que nacen prematuramente.
Algunos han gastado muchos años –y mucho dinero– en FIV.
Algunos tienen niños con dificultades respiratorias.
Y algunos simplemente están… cansados.
BabySensor está diseñado para quienes desean saber si el bebé está realmente bien, no solo si usted...
oye un sonido o ve una imagen.

Una nueva sensación de seguridad

BabySensor mide el pulso, el oxígeno y la temperatura del bebé.
Te avisa si algo va mal.
Puedes ver todo en la aplicación: en casa, fuera, con WiFi o 4G.
Ya no tienes que adivinar más.
No es necesario despertarse innecesariamente.
Puedes dormir sabiendo que alguien te está mirando.
La seguridad le da al amor espacio para crecer.
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